Tulcán, 3 de octubre de 2013.- Auditorio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” - Núcleo del Carchi.
La planificación vista como motor de desarrollo, no sólo debe ser construida como una alianza del poder por el poder,
sino como una real oportunidad por construir sociedades incluyentes, donde el
debate y la cooperación ciudadanía y Estado, sean una constante, en el marco
del respeto y cumplimiento de derechos, con corresponsabilidad.
No olvidemos en el Ecuador antes del 2006, las experiencias de
planificación participativa, fueron promovidas a través de los Gobierno
Locales, puesto que en lo Nacional para ese entonces sólo era una utopía,
provocaron la visibilización de que la planificación con participación de la
ciudadanía era viable, como parte de la gestión de los distintos niveles de
gobierno que para ese entonces pocos eran en el País que lo lograron
implementar.
El hacer viables las políticas públicas con participación de la ciudadanía
a través de la planificación, tampoco es que es per-se nuevo, nuestras
comunidades indígenas, nuestros antepasados, han venido practicándolo por
siglos, como parte del sustento de la organización, la gestión de recursos
técnicos y financieros, inclusive como parte de su cultura e identidad, que le
han dado connotaciones propias en cada localidad. Esta suerte de experiencias
históricas, han dado paso a que se haga un recordatorio de lo que hemos sido,
de nuestro pasado, para en función del presente lo proyectemos a futuro, en lo
público, ya no sólo dentro de nuestros espacios tradicionales como la misma
familia, sino pasar de lo personal a hablar nuestro problemas, para identificar
necesidades comunes, y proyectar las posibles soluciones a corto, mediano y
largo plazo, en lo colectivo, desde nuestro Barrio, Comuna y Parroquia,
garantizando la participación individual y colectiva de la población. Este gran
reto, el Gobierno Nacional a través de la Secretaría Nacional de Planificación
de Desarrollo del Ecuador que promueve profundizándolo, a través de este Tercer
Plan de Desarrollo Nacional, aprobado por el Consejo Nacional de Planificación,
que en meses anteriores fuera probado como una herramienta técnica y jurídica
de obligatoria observancia para el sector público y de manera opcional para el
sector privado.
Este esfuerzo Nacional contó con la participación de más de 8000
personas que aportaron en la construcción del Plan Nacional del Buen Vivir,
incluida la Academia, los diferentes Ministerios y demás dependencias del
Gobierno Central, las otras Funciones del Estado, así como los Gobierno
Autónomos Descentralizados, pero el hito más importante se articuló por primera
ocasión a las instancias y mecanismos de participación ciudadana que desde las
localidades deben instituirse en cada nivel de Gobierno, como son las Asambleas
Ciudadanas Locales, Veedurías Ciudadanas y los Consejos Sectoriales, así como
Organizaciones Sociales de carácter nacional, organizaciones de pueblos y
nacionalidades reconocidos en nuestro País, y de la sociedad civil organizada,
que han permitido consolidar información básica sobre las necesidades más
apremiantes de la ciudadanía desde lo local.
Ahora quedan otros retos por consolidar y que se consoliden como es la
articulación del Plan Nacional del Buen Vivir a los Planes de Desarrollo y
Ordenamiento Territorial de los diferentes niveles de Gobierno, en función de
los objetivos nacionales aprobados, y que están organizados en tres ejes, y que
ahora los presentamos, cuales son:
1) EJE de Cambio en las relaciones de poder para la construcción del poder popular
El objetivo 1: “Consolidar el Estado democrático y la construcción del poder popular”.
2) EJE Derechos,
libertades y capacidades para
el Buen Vivir; y
Objetivo 2: “Auspiciar la igualdad, la cohesión, la inclusión y la equidad social y
territorial, en la diversidad”.
Objetivo 3: “Mejorar la calidad de vida de la
población”.
Objetivo 4: “Fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadanía”.
Objetivo 5: “Construir espacios de encuentro común y fortalecer la identidad
nacional, las identidades diversas, la plurinacionalidad y la
interculturalidad”.
Objetivo 6: “Consolidar la transformación de la justicia y fortalecer la seguridad
integral, en estricto respeto a los derechos humanos”.
Objetivo 7: “Garantizar los derechos de la naturaleza y promover la sostenibilidad
ambiental territorial y global”.
3) EJE Transformación económica-productiva a partir del cambio de la matriz productiva
Objetivo 8: “Consolidar el sistema económico social y solidario, de forma
sostenible”.
Objetivo 9: “Garantizar el trabajo digno en todas sus formas”.
Objetivo 10: “Impulsar la transformación de la matriz productiva”.
Objetivo 11: “Asegurar la soberanía y eficiencia de los sectores estratégicos para la
transformación industrial y tecnológica”.
Objetivo 12: “Garantizar la soberanía y la paz, y profundizar la inserción
estratégica en el mundo y la integración latinoamericana.
Es elemental entonces que para su cumplimiento de cada uno de ellos,
concomitantemente, por primera ocasión se ha institucionalizado la Asamblea
Ciudadana Plurinacional e Intercultural para el Buen Vivir, con sede en ciudad
Alfaro, Cantón Montecristi, Provincia de Manabí, como máxima instancia
ciudadana a nivel nacional integrada por más de 250 delegados y delegadas,
tanto de las Asambleas Ciudadanas Locales, de los Consejos Ciudadanos
Sectoriales y de las Organizaciones Sociales Nacionales. Carchi ha puesto su
grano de arena en este proceso y tiene actualmente delegados ciudadanos, que
tienen la difícil tarea de aunar esfuerzos porque el Plan se observe
localmente, por alcanzar las metas que a corto, mediano y largo plazo están en
él establecidas.
Cabe recalcar que la organización social es la base para que estos
cambios que se proponen hacer durante los próximos 4 años de la Administración
del Gobierno Nacional, y que además es parte del cumplimiento del OBJETIVO 1
del Plan, “Consolidar el Estado democrático
y la construcción del poder popular”, tenga los mejores resultados, pero así
mismo con ello se establecen los cimientos del control social real, para que lo
que se planifica gestionado o cogestionado con el resto de organismos del
Estados y la ciudadanía, desde las localidades se hagan una realidad. Es
menester pues, que los recursos económicos, humanos y técnicos, de lo público,
sean entendidos como parte de este cambio, y que su inclusión en estas
dinámicas no es una opción sino de obligatoria observancia, por el fomento de
la transparencia y en franco combate a la corrupción, donde las necesidades
sean entendidas de manera integral, no por partes, donde lo público es de todos
y para todos, y nos sintamos responsables a su vez de contribuir no sólo con
nuestros impuestos, sino con el esfuerzo personal cuando así sea demandado,
como ejemplo, a través de mingas, pero no sólo físicas, sino inclusive de
pensamiento de palabra, unidos.
Somos descendientes del pueblo pasto, somos parte de nuestros pueblos
vivos como la gente del pueblo afrodescendiente de la Cuenca del Río Mira,
somos la nacionalidad awá, somos mestizos, que nos enorgullecemos de ser
Tulcaneños, Huaqueños, Montufareños, Bolivarenses, Ageleños y Mireños, somos
Carchenses con una nacionalidad común SOMOS ECUATORIANOS, y es hora de generar
unidad en la diversidad, con nuestras fortalezas y debilidades, con nuestros
errores y virtudes, y requerimos ser parte de lo público como un todo, no por
partes, generando complementariedad entre la democracia representativa,
participativa, comunitaria y directa, como un derecho y por procesos.
Darwin Pantoja
DELEGADO CIUDADANO AL CONSEJO NACIONAL DE PLANIFICACIÓN DEL ECUADOR 2015-2017
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