miércoles, 19 de febrero de 2014

LAS ELECCIONES 2014 VS REALIDAD

Estamos a las puertas de unas Elecciones Seccionales 2014, pero es necesario mirar los diferentes escenarios y plataformas electorales, que sin control evidente y sin de cerca si quiera sancionar a los responsables, los bienes del Estado flagrantemente han sido usados en el proselitismo electoral a nivel de todo el País. Por más prohibiciones expresas que existen en la Constitución de la República del Ecuador, y en la propia Ley Electoral, el control (JUEZ Y PARTE) está haciendo que el centralismo busque en otras manos el poder, que durante 4 años no pudieron los candidatos a la reelección hacerlo, pues inobservaron de manera reiterada, e igualmente sin control y sin sanciones de parte de la Autoridad de Control formal estatal, la normativa jurídica que para los distintos niveles de gobierno está prevista tanto en el Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (2010), el Código Orgánico de Organización territorial, Autonomía y Descentralización (2010), la Ley Orgánica de Participación Ciudadana y Control Social (2010). Y para muestra un botón, dónde están las INSTANCIAS CIUDADANAS que por Ley deben organizarse desde la ciudadanía conforme el artículo 56 de la Ley Orgánica de Participación Ciudadana y Control Social, así mismo lo relacionado a la Silla Vacía para uso de la ciudadanía, la aprobación de PROFORMAS PRESUPUESTARIAS siempre que hayan sido aprobados los PLANES DE DESARROLLO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL articulados con los otros niveles de gobierno al 31 de diciembre de 2011.

Y la respuesta la tiene la ciudadanía ahora sí con su voto, en el marco del ejercicio real de la democracia representativa, dejando de lado claro está, lo relacionado a la democracia participativa, y más aún sin que haya un reconocimiento a las democracias: comunitaria y directa, en su esencia, al no permitirles profundizar los cambios que ya fueron aprobados en la Constitución (agua, tierra, consejos de igualdad por ejemplo).

Estas deudas pendientes, van a traer factura a nivel nacional, y eso implica repensar, NO CON LOS MISMOS que están alrededor y desde la oficina; cómo volver a establecer mínimos espacios de diálogo, porque esto puede transformarse en un inicio del descalabro de lo conseguido hasta ahora en Ecuador, y eso implica entonces, dialogar, no como antes YO OFREZCO ALGO A CAMBIO DE ALGO, pero sí reflexionando sobre cómo se están pensando las cosas desde arriba, y sin aterrizar en las mayorías.

La democracia representativa, hay que fortalecerla, de acuerdo, pero promoviendo la democracia participativa (instancias y mecanismos locales y nacionales), sin este requisito y articulación, los líderes caducos de las tiendas políticas y tendencias ideológicas de antaño, tienen nuevo caldo de cultivo para reaparecer, transformados en nuevos representantes que querrán seguramente el PODER a costa de generar nuevos clientelismos, para volver a satisfacer sus propios intereses particulares entre amigos.

El clientelismo no debe ser dentro de un proceso electoral parte de obtener un voto, esto debe ser desterrado, caso contrario los vicios del pasado se repiten a pretexto de elecciones, cambio de la matriz productiva, disminución de la pobreza, subsidios, que en esencia si no se articulan al PLAN NACIONAL DEL BUEN VIVIR, son sólo esfuerzos en vano que crean división e individualismos claros, y la anhelada igualdad, el BUEN VIVIR, se vuelven letra muerta.

No es por demás en cambio en localidades más pequeñas, se han dado verdaderas opciones de desarrollo, en las cuales se han respetado los principios democráticos mínimos de un proceso electoral, cuidándose siempre de cumplir la Ley, por el fortalecimiento de la democracia representativa, y abriendo los candidatos y candidatas sus esquemas mentales a nuevos formas de pensar, diferente, sin que eso implique división, incluso del mismo oficialismo.

Pero una cosa es cierta, nuestras regiones en Ecuador son mega diversas en todos los sentidos, incluso en lo político, para encontrarnos por ejemplo que en algunas partes del País existan todavía candidatos que pertenecieron a una tendencia de derecha, dentro del oficialismo, eso es real, y no se puede tapar el sol con un dedo, y que lo que les importa no es promover cambios, es sólo el puesto y pagar a quienes le “ayudaron” una vez en el Poder como se pueda. Hasta allí nomás se ha llegado en la transformación del País, puede haber mucho entusiasmo y apoyo en lo nacional al Presidente y sus ejecutorias, pero si localmente se han considerado candidatos que ideológicamente no son compatibles con los ideales de transformación, no se puede argumentar a pretexto de ganar las elecciones me aliño con quien quiera, porque eso es auto mentirse, tarde o temprano pedirán cuotas de PODER de más arriba, y la historia del Ecuador nos enseña mucho de esto último.

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