domingo, 7 de enero de 2018

¡CON LA #MENTIRA, AL #PODER!


En nuestro mundo de “democracia” se consideran varios problemas en torno a los ofrecimientos de aquéllos que quieren llegar al poder, pero antes de eso valdría conocer qué significa desde el lenguaje jurídico, varios términos que están relacionados con mentir y que la legislación protege a la ciudadanía, y se encuentra establecidos en el Código Orgánico Integral Penal:

PREVARICATO DE JUECES Y ÁRBITROS: Las o los miembros de la carrera judicial jurisdiccional; las o los árbitros en derecho que fallen contra ley expresa, en perjuicio de una de las partes; procedan contra ley expresa, haciendo lo que prohíbe o dejando de hacer lo que manda, en la sustanciación de las causas o conozcan causas en las que patrocinaron a una de las partes como abogados y procuradores, cometen prevaricato.

PREVARICATO DE LOS ABOGADOS: La o el abogado, defensor o procurador que en juicio revele los secretos de su persona defendida a la parte contraria o que después de haber defendido a una parte y enterándose de sus medios de defensa, la abandone y defienda a la otra, cometen prevaricato.

PERJURIO: La persona que, al declarar, confesar, informar o traducir ante o a autoridad competente, falte a la verdad bajo juramento, comete perjurio.

FALSO TESTIMONIO: La persona que, al declarar, confesar, informar o traducir ante o a autoridad competente, falte a la verdad sin juramento, comete falso testimonio.

ACUSACIÓN O DENUNCIA MALICIOSA: La persona que proponga una denuncia o acusación particular cuyos hechos no sean probados, siempre que la acusación o denuncia sea declarada judicialmente como maliciosa.

FRAUDE PROCESAL: La persona que con el fin de inducir a engaño a la o al juez, en el decurso de un procedimiento civil o administrativo, antes de un procedimiento penal o durante él, oculte los instrumentos o pruebas, cambie el estado de las cosas, lugares o personas, comete fraude procesal.

De igual manera comete fraude procesal quien conociendo la conducta delictuosa de una o varias personas, les suministren alojamiento o escondite, o les proporcionen los medios para que se aprovechen de los efectos del delito cometido, o les favorezcan ocultando los instrumentos o pruebas materiales de la infracción, o inutilizando las señales o huellas del delito, para evitar su represión y los que, estando obligados por razón de su profesión, empleo, arte u oficio, a practicar el examen de las señales o huellas del delito o el esclarecimiento del acto punible, oculten o alteren la verdad, con propósito de favorecerlos.

Este breve relato de términos jurídicos, que en realidad deberían conocer toda la población, nos hace ver como la “mentira” está claramente definida en diferentes ámbitos, sobretodo en lo público, pues el requisito fundamental para el caso que nos ocupa, es que se cometan ante un “autoridad pública”. Acá viene entonces el inconveniente por así decirlo, la mentira cometida entre particulares tiene otros nombres como por ejemplo el delito de difamación.

Pero qué tiene ver esto con el “poder” de aquéllos que aspiran cobijarse con el voto popular de la gente, en las elecciones, pues mucho, en vista de que los candidatos de los diferentes movimientos y partidos políticos están vinculados en su origen y reconocimiento a una Función del Estado cual es la Autoridad Electoral, que regenta actualmente el Consejo Nacional Electoral del Ecuador y Tribunal Contencioso Electoral. Así mismo como requisito para inscribir candidaturas ya los procesos eleccionarios uno de los requisitos que se debe presentar para la inscripción es el PLAN DE TRABAJO, donde se establecen las ofertas de campaña, pero que en realidad dicen mucho de lo que será la futura autoridad de llegar a favorecerse con el voto popular. Pero aquí viene la coyuntura, si el PLAN DE TRABAJO es un requisito y fue presentado ante Autoridad competente, y llegando al poder con esas “ofertas” de campaña, juramentando en ese cargo y posesionado, cometen bien los delitos de perjurio o de falso testimonio las autoridades, cuando en funciones todo lo que ofrecieron no lo cumplen o cambian por completo sus ofrecimientos.

La respuesta, en principio sería que sí, pues estarían reunidos los requisitos legales para inicio de una acción penal de oficio, considerando que esto se da en el ámbito público y corresponde el inicio de la acción penal a la Fiscalía General del Estado, o mediante denuncia de las personas que se sientan afectadas, que en principio es toda la población, puesto que técnicamente la mentira ocasionaría una serie de perjuicios a la población relacionados con el bienestar colectivo, que en principio debería savaguardar una Autoridad que en campaña ofreció todo lo que pudo y que llegado al poder hizo todo lo contrario.

Las razones para esta reflexión, es porque cada día es más común que Autoridades Electas en funciones junto con sus funcionarios, públicamente en los medios de comunicación y en actos públicos, sus actuaciones están reñidas a una serie de hechos que dicen todo lo contrario de lo que ofrecieron en sus Planes de Trabajo, y es oportuno que la población conozca y ejerza sus derechos, y asumiendo sus responsabilidades, que una Autoridad de éstas no puede ni debe ser un mal ejemplo para las generaciones venideras, haciendo uso de la mentira como algo normal, y que seamos corresponsables para que esto siga sucediendo. Han habido casos inclusive de redes de corrupción que en torno a la mentira se han institucionalizado, como eso de formar grupos dentro de la institucionalidad pública que aportan voluntariamente (dinero y su tiempo, incluso dentro de horas de trabajo) para hacer proselitismo político, y siempre en función de la visualización de la autoridad de elección popular y por sostenerse en el poder recurre inclusive a dar dádivas o regalos, entregar contratos, callar, o simplemente no dar la cara. Son los pormenores del poder, que pocos se atreven a cuestionar, pues sus resultados a la larga son poca o nula eficiencia administrativa, falta de planificación, corrupción, ausencia de control con complicidad de las autoridades llamadas a hacerlo, y una ciudadanía donde si la administración no es transparente, y sin educación previa, es indiferente y tolerante a los hechos de corrupción.

La solución, denunciar a quienes hacen de la administración pública su medio para enriquecerse inclusive; porque no es posible que la “mentira” sea el instrumento para alcanzarlo y la población seamos sólo los “zombis” del voto popular, y luego nos olvidemos de las promesas y su cumplimiento de quienes hasta con besos, abrazos, apretón de manos, dádivas, regalos, bebidas alcohólicas, música, sean saludadores, buenas gentes, lleguen al poder y hagan lo que les parece, y la población sólo de mirona y cansada de ver los mismos hechos, en un círculo vicioso del poder.

Entradas populares