jueves, 4 de mayo de 2017

LOS OFRECIMIENTOS... DESPUÉS DE 11 AÑOS...


En el año 2006, cuando empezaron a darse las primeras señales de cambio en el Ecuador, los ofrecimientos de campaña fueron parte del Plan de Gobierno del régimen que hoy termina a la cabeza del Economista Rafael Correa, y claramente se ofreció el inicio de la denominada "Revolución ética: combate frontal a la corrupción" Pg. 20, expresamente: "El funcionamiento satisfactorio de una sociedad depende de la confianza mutua y del uso de normas explícitas e implícitas que sean cumplidas por toda la ciudadanía. Lacorrupción, sin lugar a dudas, constituye un lastre que impide fortalecer la confianza y creer en el otro, tanto en la esfera de lo público como de lo privado. Todos hemos sido testigos de los atracos y negociados de políticos inescrupulosos y de grupos de poderes corruptos e insaciables, por ello la propuesta empieza con la firme convicción de mantener las manos limpias desde la misma campaña electoral y durante el gobierno. La transparencia y la rendición de cuentas deben alcanzar a los funcionarios públicos del más alto nivel, empezando por el presidente de la República. Para ello planteamos lo siguiente: 

...c) Combatiremos radicalmente a la corrupción. Los ejes de la acción se afincarán en la transparencia y la participación, así como en la rendición de cuentas. Impulsaremos un proyecto de reforma al Código Penal que precautele la transparencia y castigue con cárcel a las personas que son juzgadas por malversar fondos públicos...  

d) Establecimiento de mecanismos de transparencia en la administración pública. La rendición de cuentas será obligatoria para todo funcionario. Se crearán nuevos mecanismos de control, tanto estatales (Contralorías, Superintendencias), como civiles (veedurías ciudadanas y contralorías sociales), sobre todo en temas trascendentales, frágiles a la corrupción y cooptación, como son: impuestos, aduanas, permisos de exportación e importación, manejo petrolero, eléctrico, telecomunicaciones, obra pública, manejo de los presupuestos de las entidades estatales, endeudamiento.", es decir en los sectores estratégicos que hoy se conocen de la economía.

Esto no era posible sin la Reforma Política que fue parte de los ofrecimientos con la puesta en marcha de la Asamblea Constituyente, en la cual entre otras cosas se establecieron en el Plan de Gobierno, expresamente: "...Para lograrlo... proponemos impulsar la reforma política, para superar la democracia formal y construir una democracia participativa radical, incluyente, que respeta y construya los Derechos Humanos, enfrentando y superando el corporativismo y la des institucionalización el Estado, a través de:

- Reestructuración y fortalecimiento de los organismos de control. Reestructuración de las superintendencias, contraloría, procuraduría.
- Participación de la ciudadanía. Proponemos estimular y crear mecanismos de participación de la ciudadanía, como presupuestos participativos, fiscalización social de la obra pública, veedurías ciudadanas. 
- Planificación democrática. Establecimiento de un sistema local, nacional y regional de planificación participativa, suficientemente coordinado y articulado bajo el proyecto país que soñamos.

La Reforma Política se hizo sin duda con la aprobación de la Constitución en el 2008, pero los otros ofrecimientos que venían de por medio como lo del combate a la corrupción, transparencia, participación de la gente, el control social, la planificación participativa, sigue siendo en su esencia utopías, porque en el fondo lo que se buscó de parte de los mandos medios del Régimen que termina es que haya reconocimiento, pero el ejercicio real de estos derechos se trunquen y ojalá desaparecerlos, o la otra circunstancia "te ofrezco trabajo no importa el nivel", "por tu necesidad aceptarás y terminarás siendo uno de los mismos (la cooptación)". Y hoy al final de un proceso de transformación que todavía sigue dando pasos pequeños en el cambios del ser humano, volvemos a mirar los mismos problemas como que nada ha pasado y esto se debe fundamentalmente:

- Las entidades formales del control como la Contraloría siguen administrándose como en los tiempos de Lucio Gutiérrez, último gobierno en aprobar la normativa más reciente de esta entidad Estatal, puesto que pese a las reformas Constitucionales sus normas secundarias caducas y desactualizadas, siguen siendo una deuda y un lastre que deja el Gobierno, porque sus procesos lentos y burocráticos ayudaron a que casos de corrupción sigan en el olvido o se deje al tiempo con este mismo fin. Seamos realistas, la corrupción sigue campeando en el País, claro con otros actores, incluso muchos de ellos ligados a los cargos políticos de alto rango y contratistas que valiéndose de procesos de emergencia han provocado el desborde de lo que tanto ocultaron como el caso Odebrecht, o de Petroecuador, o los otros casos en Gobierno Locales sobre desvío de fondos, el pago de porcentajes por contratos, dejando de lado tantas normas que se preveían debieron combatir estas lacras de la sociedad.

- La Función de Transparencia y Control Social, con normas diferentes en relación a cada uno de sus miembros, con Ley propia, pero que su trabajo se ha limitado a ser de escritorio. Es emergente por ejemplo que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, uno de sus miembros y tal vez entre los más importantes se especifique mejor sus funciones con menos burocracia, y más procesos en los territorios sobre el ofrecimiento fundamental politizar a la ciudadanía en la construcción del poder popular, lo cual es otra deuda más que deja el régimen porque claro que hubo elecciones, pero es el voto delegativo, pero la participación que es y debe ser activa de la ciudadanía en lo público se ha truncado, porque los procesos ciudadanos se los dejó de lado y muchas de las instancias y mecanismos de participación son netamente coyunturales, incluso los procesos nacionales, y en esas dinámicas sin recursos, sin asistencia técnica y peor aún sin formar a la ciudadanía en las Unidades Básicas de Participación Ciudadana como son los Barrios, Comunas y Parroquias Urbanas, la participación es una utopía.

- La planificación participativa, otra utopía sin aterrizar en las localidades desde su elaboración, pasando por su ejecución, seguimiento, monitoreo y evaluación, siguen siendo de escritorio, en el nivel nacional porque en el Consejo Nacional de Planificación los delegados ciudadanos son netamente alza manos a las propuestas que hacen los mandos medios del Gobierno, minimizando la participación hasta de la Asamblea Ciudadana Plurinacional e Intercultural para el Buen Vivir, situaciones que han provocado inclusive cambios permanentes tanto de su Directiva como la inestabilidad en la toma de decisiones y el seguimiento a la planificación nacional. Desde lo Local , los Consejos de Planificación integrados por panas, para igualmente alzar la mano a las propuestas del Gobernante de turno, hasta llegar inclusive a ofertar cargos de elección popular, nombramientos en Instituciones del Estado, el contrato, y hasta quitar los presupuestos con tal de que estas instancias ciudadanas no funcionen, peor se ejerza el control social.

- Frente al Proyecto de Ley del Código Orgánico del Sistema de Participación Ciudadana y Control Social presentado para su tratamiento en la Asamblea Nacional, es urgente se abra el debate nacional, pues su incidencia en la organización, participación y control social, repercutirá en la estructura social del Estado, donde miles de organizaciones sin fines de lucro y ciudadanas, desde su práctica deberían tomarse en cuenta por el legislador, sus aportes a este proceso en construcción para su fortalecimiento, y tal como está es una sola visión desde el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y de la Comisión Especializada de la Asamblea Nacional, Abrirse a un debate profundo de lo que está funcionando y no lo está, sería el primer paso en la búsqueda de la profundización de los procesos que se iniciaron en el 2006.

- Son miles de millones de dólares que se pierden por la corrupción, sólo educando a la ciudadanía a través de las Unidades Básicas de Participación Ciudadana (Barrios, Comunas y Parroquias Urbanas) se podría aportar a la lucha, prevención y denuncia de actos de corrupción, que la gente tenga el conocimiento y la capacidad de la auto crítica que le permita demandar la satisfacción de sus necesidades más apremiantes y el gobernante, de la mano con transparencia promueva el buen gobierno en el corto y largo plazo, lo cual no ha funcionado hasta la fecha. Sólo un caso emblemático para tener una idea cuando hay este divorcio lo ocurrido en el Cantón Montúfar, donde el Alcalde y Concejales desacatando normas expresas, quitó abiertamente los recursos financieros a la instancia de Asamblea Local con miras a cerrarla.

No hay que cerrar los ojos ante la realidad sino asumirla con responsabilidad, y entre más actores estén en este proceso, la transparencia, la lucha contra la corrupción con participación de la gente, tendrá sentido, caso contrario pasaremos otros 4 años engañados de los cambios que en el ser humano debemos impregnar para tener una sociedad renovada y en democracia.





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