miércoles, 14 de noviembre de 2012

FORMAS DE DEMOCRACIA: REPRESENTATIVA, PARTICIPATIVA, DIRECTA Y COMUNITARIA


Dentro de los Estados soberanos y autónomos, en amplio sentido de las palabras, se han generado permanentemente cambios en las formas de gobernar, en democracia, esto es, el pueblo mediante el voto popular elige sus representantes (llamada democracia representativa), para que dentro de un período de tiempo gobierne los destinos de todos y todas porque ha ganado el favor del “pueblo” en las urnas; pero en esta forma de democracia la inclusión de los otros sectores organizados de manera más atomizada dentro de la sociedad han generado otras formas de democracia que buscan equilibrar la toma de decisiones de los gobernantes versus la ciudadanía organizada y no organizada; así nace entonces la democracia participativa, donde las personas de forma individual y colectiva promueven su participación activa dentro de lo público como un todo y no por partes, para incidir en el ciclo de la política pública que desde luego nos afecta a todos y todas, eso incluye lo económico, OJO que la administración y el control sigue en manos de la democracia representativa, pero la participativa lo que busca es complementarse a través de mecanismos democráticos como por ejemplo los presupuestos participativos, la rendición de cuentas, la institucionalización  de espacios ciudadanos inclusive mixtos (voluntarios), la planificación participativa a corto, mediano y largo plazo con las unidades básicas de participación ciudadana (BARRIOS, COMUNAS Y PARROQUIAS), la priorización del gasto o el uso de la silla vacía. Así mismo de manera directa la población, cumpliendo ciertos requisitos puede hacer uso de la denominada democracia directa a través de la iniciativa normativa o revocatoria del mandato, a lo que se le denomina Democracia Directa. Pero de estas tres formas de democracia, hay una cuarta la más intrigante que debe coexistir en función de la unidad del Estado que somos todos, como es la democracia comunitaria, ligada a las maneras de autogobernarse de las diferentes nacionalidades que existen dentro de un determinado territorio, sobre todo a sus tradiciones y costumbres, que buscan generalmente la igualdad de coexistencia dentro de su realidad y hacia afuera en la unidad del Estado.

Estas cuatro formas de ejercer la democracia son cabalmente las que en Ecuador desde el año 2008 están consagradas, pero en la práctica son pocas las experiencias que dentro del mismo País han podido subsistir, porque muchas han nacido y han desaparecido, dentro de un determinado tiempo, y en el caso particular desde el año 2003 vengo trabajando desarrollando lo que antes del 2008 sólo eran conceptos sueltos de democracia participativa, directa y comunitaria, y actualmente como lo he manifestado son normativa Constitucional y Legal. Para llegar a esto hay antecedentes que son comunes en muchos países producto del desgaste que la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA ha ido generando a lo largo de la historia de la humanidad, donde confluyen casi siempre el poder económico por alcanzar el “poder de GOBERNAR” desde un sillón con un grupo de designados sobre un atendencia política partidista específica que inciden en todo el territorio, tendiendo de por sí un gran problema, que se Gobierna desde arriba y casi siempre creyendo que los estudios y análisis de “expertos” son los solucionadores de los problemas más locales. Es visto que en esta forma de democracia que inclusive aterriza en lo local con los Gobiernos Locales, siempre se vuelve a replicar los mismos vicios de arriba, y dejando de lado normalmente la planificación como parte de la administración más que de la gente y de lo que dentro del territorio hay con sus fortalezas y debilidades.

Allí es justamente por donde se justifica la presencia más activa de la ciudadanía, y es menester empezar a profundizar los análisis de cómo el común puede promoverse su inclusión para incidir en que primero su voz sea escuchada pero de manera informada previamente, para luego con formación específica su presencia sea más protagónica en la toma de decisiones que las hacen los representantes en la democracia representativa. Esto tiene que tener un orden, donde el ejercicio de derechos y responsabilidades en el marco de la Ley, tanto de la autoridad como de la ciudadanía deben ser permanentes, o en otras palabras, la complementariedad entre lo participativo y representativo, deben ser un requisito fundamental para fortalecer las democracias, pero básicamente desde lo local, y el eje central del combate a la corrupción dentro de un País.

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