sábado, 16 de febrero de 2013

Y LLEGARON LAS ELECCIONES 2013… PERO RECORDEMOS…


Estamos frente a la incógnita de quién será el nuevo Presidente del Ecuador, y vale tener presente algunas consideraciones al momento de votar de forma SECRETA y consignar nuestra voluntad en las urnas, y darle vida por cuatro años más a la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.

Es preciso por ello recordar que los últimos años de elecciones se han caracterizado por una carencia de ideas y propuestas de las diferentes tendencias políticas de manera independiente. Los cambios en el Ecuador en el 2008 se dieron gracias al aporte y la unidad de sectores políticos sobre todo de izquierda y grupos organizados de hecho y de derecho, que proclamaban fuertemente la reestructuración del Estado, y que se consiguió en un proceso participativo nacional donde estas mismas organizaciones empujaron fuertemente por un lado el debate en todo el País de los temas y propuestas Constitucionales, y por otra su amplia difusión una vez integrada la Constitución, para su aprobación que a propósito logró el apoyo masivo de la población que en el 2008 acudió a las urnas a aprobarla, de pronto hasta por novedad y teniendo presente que las nuevas disposiciones Constitucionales ayudarían a promover y exigir la igualdad social, y claro esto sobre el ser humano como eje elemental de las inversiones que se vendrían en los siguientes años.

Y desde entonces comenzamos a mirar como quienes estuvieron dentro del proceso del antes, durante y después de la aprobación de la Constitución, sólo se limitaron a establecer ahora sí sus diferencias ideológicas dentro de una misma tendencia, y en donde en rangos intermedios, de lo que es público y notorio, continúan como en sus mejores tiempos, o en su papayal, los mismos de antes del 2008, al impedir que los cambios se profundicen radicalmente desde la perspectiva Constitucional. Y entonces aparecen fenómenos como por ejemplo que la Constitución es garantista de derechos, pero ahora ya “no creo en esto porque es hipergarantista”, o que los derechos de la naturaleza están allí “pero”, que la planificación es desde lo nacional vista como exclusiva sin articularse a la planificación local que es obligatoria hoy por hoy en Ecuador, para empezar a hablar de igualdad territorial, o que la mentira institucionalizada, desde el punto de vista, de que falsear a la verdad es “normal”, sin llegar a depuraciones de fondo; y claro el criterio general es que tenemos y hay nueva infraestructura en diferentes ámbitos digna de felicitar, pero que no observa la PLANIFICACIÓN LOCAL con el pretexto de que desde arriba es mejor así, y no olvidemos ese proceso de decidir desde arriba era del pasado, y sigue ocurriendo. O lo otro en términos de la obligatoriedad de la participación de los comunes y corrientes, que sólo cuando es COTACIÓN, las autoridades dicen es VERDADERA participación ciudadana, al puro estilo del antes del 2008 y es proclamado por los intermedios que como se ha subrayado siguen allí y que responden a lógicas de PODER ECONÓMICO Y POLÍTICO dominantes, pero de la tendencia sino de los “patrones” que atrás de ellos siguen manipulando el Poder para su beneficio.

Las lógicas de la administración pública no cruzan sólo por el hecho de introducir infraestructura y tecnología, e inclusive modernizar procesos administrativos, si se quiere decirlo así, como por ejemplo lo que pasa en la famosa reforma de la Justicia, donde los seres humanos que al fin y al cabo están atrás tienen gravísimos vacíos de principios sobre ética y moral, que a la larga es el fundamento para una administración de justicia con imparcialidad, oportuna y para todos y todas; y claro al vincular el aspecto económico como un todo olvidándonos de lo humano, los mismos intermedios que hemos anotado y siguen en las funciones del Estado, contrariando principios Constitucionales y claramente irrespetando la voluntad del SOBERANO (PUEBLO), y OJO sin que nadie les haya dado el VOTO POPULAR ara ejercer la democracia representativa, sino que por DLEGACIÓN asumen un rol decidor a nombre de todos y todas, y claro esta actuación desdice de la transformación que se busca de profundice en el Estado Institucional.

Requerimos entonces no sólo de la modernidad, sino de que quienes ejercen la autoridad pública miren por todos y todas, buscando la JUSTICIA SOCIAL, pero desde la otra visión que es mandatoria en la Constitución, el ser humano, no sólo en educación y salud, tradicionalmente hablando como instituciones, sino en la formación permanente del ser humano y dejar de lado los conceptos anticuados de que sólo la EDUCACIÓN FORMAL nos sacará de la pobreza, que está bien a largo plazo, pero existimos personas en el presente cuyas necesidades deben ser visibilizadas y atendidas por el Estado desde los territorios con sus fortalezas y debilidades, e igualmente a aquéllas autoridades locales que se deben encargar de que estas políticas aterricen, vayan y entiendan que todo es en función de quienes vivimos en las localidades.

En los funcionarios y funcionarias intermedios tradicionales, jamás va a quepar la idea del cambio del Estado, porque su naturaleza de trabajo es en función de su interés personal de que gana un SALARIO y punto, y porque en su momento fueron puestos por las influencias, los amigos que no faltan, los compadres en el puestico, y los resultados de su gestión son lo último que se observa en la práctica. Y para ello los futuros servidores y servidoras deben actuar por todos y todas, en procesos de formación permanente hacia la población y no se sigan quedando hasta ahora simplemente tras de un escritorio, o lo otro que roten y desarrollen sus aptitudes intelectuales y físicas.

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